sábado, 4 de junio de 2016

Anécdotas insólitas de Barcelona: Blondin, el héroe del Niágara.


Algunas de las anécdotas, curiosidades y hechos casi olvidados de nuestra ciudad que van apareciendo regularmente a la luz no dejan de sorprendernos. Ayer, 03.06.2016 aparece publicado en la web de BTV Noticíes.cat el vídeo que lleva el siguiente título: "Un projecte fustrat: un funàmbul fent equilibris entre la Catedral i el Pi".

El video cuenta el hallazgo de un curioso documento donde figura la petición que hizo el Ayuntamiento de Barcelona en 1863 al rector de Santa María del Pi. El texto hace mención a la demanda de una autorización para permitir al equilibrista, Jean François Blondin cruzar por lo alto de una cuerda desde la Catedral de Barcelona, hasta Santa María del Pi. El histórico documento dice así;
“El empresario del Teatro Liceo ha acudido solicitando autorización para que Mr. Blondin pueda atravesar por la cuerda tirante desde la cúpula de la torre de la Catedral a la del Pino.” (1)




Jean François Gravelet -Blondin- (Saint-Omer, 28 de febrero de 1824 – Londres, 19 de febrero de 1897), también conocido como Charles Blondin, o ¨el Gran Blondin¨, nació en Francia. Ya a los cinco años, era capaz de caminar sobre una cuerda tensada entre dos sillas. Blondin actuó en 1861 por primera vez en Palacio de Cristal de Londres, realizando acrobacias con zancos sobre un cable que se extendía sobre el vestíbulo principal, a veinte metros de altura.

Verano de 1859 El 30 de junio de 1859, Blondin se convirtió en la primera persona en cruzar las cataratas del Niágara sobre una cuerda floja y sin ningún arnés de seguridad, como seria obligatorio en la actualidad, en el supuesto de obtener un permiso para realizar esta gesta.

Blondin, cruzó las cataratas del Niágara sobre una cuerda de cáñamo de Manila de 390 metros de largo y 5 centímetros de diámetro. Le tomó 15 minutos cruzar, y no lo hizo una vez ni dos sino varias veces. Mientras un grupo de gente hacia apuestas, otras personas impresionadas por el alto riesgo que corría el equilibrista de sufrir una fatal caída sufrían de palpitaciones, según la prensa del momento. Un rumor decía que llevaba un trozo de la cuerda con la que habían ahorcado a un desalmado criminal inglés, al parecer el populacho creía que ese era su amuleto.

El acto atrae a multitudes de curiosos y asombrados espectadores. Blondin cruzó durante un tiempo sobre las gigantescas cataratas de todas las maneras posibles haciendo el trayecto cada vez más difícil; con la cabeza dentro de un saco, arrastrando una carretilla, con zancos, parando a mitad de camino para cocinar y comerse una tortilla, el más difícil cruce tiene lugar el 19 de agosto, cargando un hombre sobre su espalda (su agente, Harry Colcord). (2).


Con el tiempo, las multitudes se aburrieron. La hazaña que al principio creaba tanta expectación ya no era tan novedosa y dejó de interesar. A su regreso a Europa actuó en Londres, y más tarde, en la primavera de 1863, llegó a Barcelona. La plaza de toros del Torín en la Barceloneta anunciaba la presencia de “El héroe del Niágara”. El día de la actuación el viento hizo acto de presencia Blondin no pudo realizar su actuación estelar: cruzar la plaza de lado a lado con una persona a sus espaldas. Para no defraudar al público se dedicó a correr en solitario de un extremo al otro del cable, a sentarse en él, a caminar por él con los ojos vendados.

Charles Blondin cargando a Harry Colcord.
En 1873, Blondin cruzó el Edgbaston Reservoir en Birmingham (en 1992 se inauguró una estatua en la circunvalación de Birmingham -Ladywood Middleway- para conmemorar aquella hazaña).

Unos años antes de la Exposición Universal de 1888 en Barcelona, la prensa europea difundía el proyecto de construir una gran torre de 200 metros

http://veodigital.blogspot.com.es/2016/06/anecdotas-insolitas-de-barcelona-torre.html

Competían por hacerse con la obra el arquitecto francés Joseph Lapierre y el catalán Pere Falqués. Este monumento nunca llegó a erigirse, pero durante un tiempo se comparó al que Eiffel estaba realizando para la exposición parisina de 1889. 



La prensa francesa llegó a publicar que se iba a instalar un cable de acero entre la torre y el castillo de Montjuïc del que colgarían lámparas incandescentes para iluminar la ciudad. Este absurdo rumor sedujo inmediatamente a Blondin, que se ofreció al Ayuntamiento barcelonés para recorrer el cable a diario, sobrevolando la ciudad con los ojos vendados y llevando a una persona a cuestas desde el parque de la Ciutadella hasta la montaña. (3)

Blondin hizo su última función en Belfast en 1896. Murió de diabetes en el municipio de Ealing (Londres), a la edad de 73 años; fue enterrado en el cementerio de Kensal Green.
Una curiosidad, ¿qué es un cable-grúa o blondín?: 
También denominado como cable-grúa, grúa funicular o andarivel, es una instalación similar a los puentes-grúa donde la viga-puente se reemplaza por un cable portante sobre el que se desliza el carretón del que se suspende la carga. Tanto el accionamiento del carretón como los movimientos de izado o descenso se consiguen mediante cables que se manejan desde el suelo. Su aplicación es habitual en la construcción de presas, puentes, astilleros, etc. El nombre de “blondin” viene del funámbulo y acróbata francés Jean François Gravelet-Blondin ( 1824-1897). Fuente: Víctor Yepes Piqueras (Universidad Politécnica de Valencia ). 
 (1) BTV Noticíes
 (2) Victoria and Albert Museum, London
 (3) El País

3 comentarios:

Teté M. Jorge dijo...

Que incrível história a de Blondin! Tantos feitos equilibristas e no final das contas morreu de diabetes...
Bela entrada, precioso!
Um beijo

Teté M. Jorge dijo...

Me esqueci de comentar: que bonita fotografia!!!!

APU Barcelona dijo...

Teca, después de una toda una vida desafiando al riesgo fallece de diabetes.
Besos :)