domingo, 1 de noviembre de 2015

Jánovas, la historia de un pueblo desahuciado.



Puente Colgante de Jánovas



La cadena de televisión la Sexta estrena: “Jánovas, el pantano Fantasma”. Un reportaje que muestra la injusticia cometida sobre un pueblo entero y sus habitantes, que fueron obligados a abandonar sus casas para construir un pantano en los años 60. 


Fuente y Abrevadero de Jánovas



Calle del pueblo de Jánovas



Bajo la fuerza y coacciones, la hidroeléctrica que adquirió los terrenos dinamitaba las casas que iban quedando vacías, para evitar que volvieran sus ocupantes, aún así, algunas familias se resistieron a marcharse hasta mediados de los años 80. “El 4 de agosto de 1966 un empleado de Iberduero y afecto al servicio de expropiaciones de la empresa, tiró la puerta de la escuela de una patada, agarró a la maestra de los pelos y la sacó fuera, detrás salieron los niños entre empujones y patadas.”



Cruz de Término y una imagen del interior de la Iglesia de Jánovas


Campanario de la Iglesia de Jánovas


Jánovas, Lavelilla y Lacort: los pueblos del valle del Ara, en el Pirineo de Huesca, comenzaron a vaciarse a mediados de los años 60 ante la amenaza de la construcción de un pantano que iba a inundarlos y tras sufrir sus habitantes las presiones que la compañía eléctrica Iberduero.



El pequeño cementerio del pueblo de Jánovas




Al final el embalse no se hizo. Jánovas, hoy totalmente en ruinas, ha quedado como un vestigio de la lucha de un pueblo frente al abuso de poder y los sectores cercanos a este. Los vecinos desahuciados esperan que se devuelvan las propiedades a sus antiguos dueños. Eso sí, el pueblo está totalmente en ruinas, los descendientes tienen la esperanza de que un día se repare la injusticia que se hizo con la destrucción del pueblo y el desalojo de sus legítimos habitantes y propietarios.




Solo cinco familias han logrado firmar acuerdos para la reversión de las propiedades con las que Iberduero se hizo, mediante presiones y amenazas, para construir un embalse descartado en 2001 por su impacto ambiental.

Las pocas casas y muros que quedan en pie en Jánovas se encuentran en medio de un precioso valle a orillas del río Ara. Uno se imagina el trazado de las calles, se seduce con la torre de la iglesia, a la que quieren volver a colocarle la arcada románica que se conserva en el vecino pueblo de Fiscal y se enamora de los pocos los frescos del templo que se han salvado del paso del tiempo. Las piedras siguen silenciosas viendo pasar el tiempo pero, ya hay iniciativas para la reconstrucción del pueblo y recuperar la vida que tuvo un día en sus calles. Por el momento la singular y destacable fuente y la escuela, en la actualidad recuperada como centro social.

 No se pierdan el reportaje de Jordi Évole en el programa, Salvados de la cadena La Sexta: Enlace Aquí


 Fósiles de invertebrados marinos del Devónico hallados en el valle del Ara



Os recomiendo leer:
Jánovas.El misterio de los pueblos deshabitados.
La escuela de Jánovas, en fotos

4 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Ginuabel, del cual es originaria mi señora, está a menos de 15 km de Jánovas, cruzando el puente del Ara.
Ellos marcharon justo al mismo tiempo que los de Jánovas porque el pantano quedaría en su máximo, a la puerta de sus casas y sería imposible vivir en aquellas condiciones y sin el terreno que les expropiaron, donde pastaban sus casi mil ovejas.
Si lo miras en Google maps, verás a Ligüerre, Javierre, Santaolaria y Muro, y la entrada de Ginuabel por la carretera forestal de Javierre.
Se quedaron sin nada.
Para más información hay un libro escrito por Carlos Baselga, hijo de Ginuabel, titulado La Solana.
Por cierto, el padre de mi señora fue alcalde de Ginuabel y fue el que llevó la luz al pueblo.
Lo abandonaron en 1961, un día como hoy, el de Todos Los Santos.
Salut

APU Barcelona dijo...

Hola Miquel.
Ginuábel es otro de los pueblos de los muchos fueron obligados ha desalojar, se encuentra bastante cercano a Fiscal donde se encuentra el Pórtico de Jánovas, del siglo XIII Siguiendo la ruta por el valle de La Solana además de una gran belleza de paisaje a cada poco uno se encuentra con restos de estos pueblos abandonados por la fuerza que los poderosos arrebataron a sus habitantes con todas las propiedades familiares.
El valle es precioso y espero que un día regresen los descendientes y por sus calles se pueda volver a escuchar la risa de los niños y se vuelvan a llenar sus casas de vida.
Un abrazo

APU Barcelona dijo...

Se me olvidaba, te recomiendo el libro: La Solana de Burgasé y la ribera de Jánovas, de Luis Buisán Villacampa, que nació y vivió en Ginuábel.

Tot Barcelona dijo...

Luis Biusan es primo de mi señora.
Gracias.
se del libro.
Algunas fotos son de la propiedad de mi señora.
De Jánovas quedaron dos familias, La del cartero y la de de los Garcés.
Aquí no voy a escribir, no es el caso, pero la abuela ya decía lo que tenía que decir : " ¿ qué cojones hayo yo en un pueblo abandonado en el fin del mundo , con casi 80 años ?
Hay mucho que hablar
Salut