miércoles, 8 de enero de 2014

Barcelona pierde a pasos agigantados su comercio más tradicional.


"La entrada en vigor de la ley de arrendamientos urbanos permite a los propietarios de inmuebles de renta antigua actualizar los alquileres; en el centro de la ciudad, las multinacionales ofrecen hasta 30.000 euros al mes por locales que ahora ocupan comercios históricos que pagan 600."

Se puede ver con una simple mirada que las calles de nuestra ciudad están sufriendo una transformación preocupante. Cada día vemos con tristeza como algunos negocios históricos echan el candado y algunos comercios emblemáticos desaparecen para siempre. Se bajan las persianas de tiendas que forman parte de nuestra memoria colectiva y poco a poco perdemos una parte de nuestro patrimonio social y cultural.


El año pasado los barceloneses perdimos unos cuantos establecimientos, verdaderos iconos de la ciudad, y esto parece que, de no producirse algún cambio en la ley que proteja este tipo de establecimientos, no tiene marcha atrás y lentamente pero inexorablemente irán desapareciendo de nuestro paisaje urbano.


Muchas tiendas se ven obligadas a cerrar a medida que vencen los alquileres de renta antigua y otras porque se jubilan sus propietarios y no hay relevo generacional o no resulta atractivo a nuevos propietarios para continuar con el negocio. Otros se traspasan y pierden todo su encanto convirtiéndose en negocios de productos de cara al consumidor casual, tiendas impersonales de grandes marcas o solo responden a un tipo de negocio eventual y pasajero, más bien pensando de cara al turismo, nada que ver con el negocio de proximidad y tradicional pensado para el vecindario de toda la vida.

En estos últimos años los escaparates de la moderna Ciudad Condal han ganado en modernidad pero los negocios emblemáticos con décadas de años a sus espaldas no pueden resistir la embestida de esta pandemia de recortes económicos y de subidas alquileres y de tributos. Mientras las calles se llenan de brillantes escaparates, Barcelona pierde a pasos agigantados su comercio más tradicional, el comercio generacional y especializado, los que seguían más allá de la jubilación y que pasaba de padres a hijos o sucesores.

Fundada hace 173 años en el mismo local: "Cierra la emblemática juguetería Monforte de Barcelona:
" Gracias a todos los que habéis hecho posible que Juguetes Monforte haya podido levantar la persiana cada mañana durante estos 173 años".


Lo justo sería establecer un revaloración del alquiler razonable y renovable para compensar debidamente al propietario y asumible por el arrendatario. 


El fin de los alquileres de renta antigua obliga a que tengan que bajar la persiana muchos comercios centenarios de Barcelona. Cada vez está más cerca el 1 de enero de 2015. Esta fecha es ansiada desde hace años por agentes inmobiliarios, propietarios de locales comerciales y marcas en busca de ubicación en las principales ciudades del país. 


En agosto de 2013 el Ayuntamiento se decidió al fin a catalogarlos como “bienes culturales de carácter histórico y etnológico”, una nueva categoría en su clasificación de elementos patrimoniales. Pero no ha desarrollado esta normativa ni protege a los comercios de la amenaza del fin de la renta antigua. El negocio tradicional agoniza y la administración que debería proteger y preservar nuestro patrimonio común se muestra lenta e ineficaz.


Enlaces relacionados: El Comercio histórico de Barcelona en proceso de liquidación.

Noticia: 21/11/2013 - Los comercios emblemáticos del centro de Barcelona cierran la persiana

4 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Si esta semana ha cerrado. Se ve que no le prorrogan el contrato de alquiler, no es que la tienda vaya mal, no, es que los dueños quieren mas pasta.
Así que ha joderse y a ver otro café bar restaurante mac donals...
salut

Anónimo dijo...

I la llista s'allarga! Ens quedarem sense cap referència del teixit comercial històric de Barcelona. És trist que ningú faci res!

APU Barcelona dijo...

Exacto Miquel: "más pasta" eso es lo que mueve muros, paredes y si hace falta acaba con años de historia...sin dar más vueltas al asunto.
Un abrazo

APU Barcelona dijo...

Sí, Enric. Es muy triste. En otras ciudades europeas se protege este tipo de comercio.
Un abrazo