Surcar los mares, en la más remota antigüedad, entre la mezcla de curiosidad y miedo le llevó a convertirlo en templo de dioses y guarida de monstruos.
Navegar hacia lugares fantásticos, a donde las mareas te lleven, más allá de nuestra imaginación, donde el mar se junta con el cielo, en un horizonte tan grande que permite ver la curvatura de la tierra.
Caminos infinitos que se van encontrando para desembocar en paradisíacas playas lejanas de cálidas aguas cristalinas y fina arena.
11 comentarios:
Qué bonito! ya me gustaría tener esta sensibilidad pero cada uno es como es. Esto no quiere decir que no sepa apreciar la sensibilidad. La foto me encanta!
Una pasada ¡¡ salut
muy bonita, y el texto también. besos.
Preciosa imagen, Andrés. Evocaa recuerdos maravillosos...
Gostei muito da paz que essa imagem represntou para mim... um momento de imensidão e grande reflexão...
As fotos em preto e branco sempre têm algo mais por trás delas...
Beijo, guapo.
Vaya como escribes todo un sueño. Me gusta la composición. Un abrazo
El mar, un misterio con el que siempre es posible soñar
Abrazos y buena semana
Qué preciosidad! No hay nada mejor que la contemplación del mar para reconciliarse con la vida.
Un abrazo enorme, Andrés, siempre trayéndonos imágenes para el album de nuestras vidas.
No soy muy de surcar aguas, soy mas de tierra, pero si soy de contemplar el azul infinito y su olas. Un abrazo.
Hola a tod@s.
Muchas Gracias por la visita y los comntarios.
Un abrazo.
Preciosa foto Apu...hay qye dejarse lleva...y escoger el camino que uno crea conveniente...
saludos.
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