jueves, 5 de abril de 2012

La tortuga de la suerte de la Casa de l'Ardiaca (Barcelona).


De la rapidez de las golondrinas y la realidad contrapuesta de la lentitud de la tortuga.

La Casa de l’Ardiaca se encuentra en la calle de Santa Llúcia Nº 1, en pleno barrio Gòtic, junto a la Catedral de Barcelona. De los muchos elementos singulares del edificio, que ha pasado por varios propietarios que le hicieron modificaciones, se puede ver un fragmento de la antigua muralla, así como una gran cisterna llamada castellum aquae, que actualmente aun se conserva dentro del Archivo Histórico de la Ciudad. Destaca también el patio gótico, con su imponente palmera, se trata de uno de los árboles más altos y emblemàticos de la ciudad, y la fuente del patio, por Corpus, l'ou com balla, compite con el del cercano claustro catedralicio. Comentan que un año, "el conserje de la Casa de l’Ardiaca se cansó de preparar frágiles cáscaras vacías para el tradicional espectáculo: agarró un pedazo de porexpan blanco y una navaja, y fabricó un falso huevo irrompible e imperecedero".

En 1895 pasó a ser la sede del Colegio de Abogados de Barcelona que en 1902 encargó al arquitecto Lluís Domènech i Montaner la decoración del edificio, incluyendo el buzón modernista en la fachada. El buzón es rectangular y está formado por los relieves esculpidos en mármol blanco de una hiedra de siete hojas, cinco golondrinas, el escudo del Colegio de Abogados de Barcelona y la misteriosa tortuga.


Se podría interpretar de esta manera; las golondrina talladas representando la eficacia de una entrega rápida, mientras que la tortuga refleja la realidad de un servicio postal lento.

Sin embargo, la historia dice que la tortuga responde a una interpretación insólita del arquitecto Domènech i Montaner, que alega al hecho de que la justicia camina a paso de tortuga. El resto de elementos que aparecen completan la carga de simbolismo. Según él, las golondrinas eran el símbolo de que la justicia vuela alto y, en contraste, la hiedra simboliza los tropiezos burocráticos y los procedimientos administrativos.

Por lo visto, al conocer toda esta carga significativa, el decano del Colegio de Abogados no quedó muy satisfecho con el resultado. Pero después de una justificación coherente del arquitecto, se tuvo que aceptar el relieve tal como lo talló el escultor Alfons Juyol i Bach.

La historia cuenta que después de escuchar la crítica, Lluís Domènech i Montaner respondió al decano con el dicho: "Advocats i procuradors a l infern de dos en dos"(Abogados y procuradores, al infierno de dos en dos). El relieve fue aprobado en discordia y desde entonces se puede ver en el exterior de la fachada en el lado derecho de la puerta de entrada a la Casa de l'Ardiaca (Casa del Arcediano o Casa del Archidiácono).

Las tortugas, en oriente son vistas como un animal protector de los hogares y un símbolo de larga vida y prosperidad según el Feng Shui. Dicen que tocar el caparazón garantiza suerte. Una costumbre que ha arraigado en la casa del Archivo Histórico de la Ciudad.

16 comentarios:

Neus. La meva Barcelona. dijo...

Lo que está claro es que si hay alguna parte más desgastada de algún sitio es donde todo el mundo vamos a tocarlo..."por si acaso" y si hay alguna fuete o charquito de agua después tiramos la monedita..."por si acaso" también. Son costumbres turísticas que no debemos perder y si esto queda fotografiado mucho mejor :).
Larga vida a las costumbres! Yo me fuí de Praga sin tocar el perro de un tal Juan Nepomuceno (pq estaban restaurándolo) y me fuí con un "noseque" que "queseyo".
Un beso.

Enrique dijo...

Pues yo como no soy nada supersticioso (cruzo los dedos) pues me hacen mucha gracia esas costumbres. Como dice Neus, en Praga había que tocar noseque creo del famoso puente verdad? pues bien, creo que la gente al no tener muy claro qué había que tocar han empezado a dar lustre a otras zonas con sus tocamientos. Y como decimos en casa, lo que se hace más de dos veces acaba convirtiéndose en costumbre. Pero luego no se sabe ni por qué.
Lo que no sabía de la casa de la Ardiaca es que se viera una parte de la muralla y el acueducto. ¿Dónde se pueden ver? Yo destacaría también las palmeras creo que son de interés local, y son enormes.
Un saludo

Tot Barcelona dijo...

Yo tampoco soy superticioso...porque trae mala suerte ¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Javir dijo...

Me encanta tu capacidad para atrapar los detalles.

Un abrazo

Javier Diéguez López dijo...

Me encantan estas fotos de detalles. Espero que con publicación en el blog de la tortuga nos traiga a todos mucha suerte. Un saludo.

APU Barcelona dijo...

Hola a tod@s.
Lo cierto es que entre la leyenda y el boca aboca popular se crean costumbres.

Muchas gracias por venir y tomar un poco de vuestro tiempo en dejar los comentarios.

Enrique: Sí, se puede ver. Te invito a visitar el post de Neus para saber más :D
http://lamevabcn.blogspot.com.es/2011/09/la-casa-de-lardiaca-y-un-curioso-buzon.html

Jose Antonio dijo...

ya te dije que cuando por fin consiga visitar la ciudad condal, este es un fijo para visitar, me encantó la leyenda, un abrazo

APU Barcelona dijo...

Hola J.A.
Y yo estaré encantado de mostrarte la ciudad en primera persona. Qué sea pronto amigo.
Un fuerte abrazo.

Sheol 13 dijo...

Pues razón tiene la interpretación de la tortuga, solo hay que mirar las noticias. Un abrazo.

Teté M. Jorge dijo...

Aprender sobre Barcelona, suas histórias e lendas, é sempre prazeroso quando acompanhado de relatos simpáticos e bem documentados fotograficamente.
Obrigada por tanta cultura!

Beijo de Páscoa.

Cristelicious dijo...

A correr y a tocar la tortuguita. Besos y feliz Domingo de Pascua.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Estupendas las golondrinas...

Saludos y feliz domingo.

magda dijo...

Many thanks for your visit ans so kind words!
Your photos and the reportage are beautiful and very interestings!!!
I wish you a Happy Easter!
un abrazo

Unknown dijo...

Buena entrada Andrés, y perdona mi tardanza en pasar por esta gran casa de la fotografía ¡¡¡
Salud ¡

APU Barcelona dijo...

Hola a tod@s.
Muchas Gracias por la visita y los comentarios.
Un abrazo.

Nada que perdonar Javier. Lo entiendo perfectamnete,lo mismo que ocurre a mí.
En cuanto pueda pasaré a comentar por todos vuestros blogs :D

Toni Olivé dijo...

Lo que si esá claro es que en menos de cinco o seis años la tortuga ha perdido su relieve de tanto tocarla. tengo pruebas en una foto que hice a principios del siglo XXI.