El pasado 2 de abril se inició la primera de las tres rutas previstas por El Pou, Grup d’Estudis de la Vall d’Horta i la Muntanya Pelada. Hicimos un recorrido por 24 pasajes repartidos en el territorio de tres Distritos de nuestra ciudad: Horta-Guinardó, l’Eixample y Gràcia.
Los pasajes tienen un encanto especial que fascina por su estado de espacio excepcional embutido dentro del bullicio de una ciudad, rompen la trama regular ideada por Ildefons Cerdà, se rebelan y no
siguen la disciplina del Eixample. En Barcelona hay cientos de pasajes
singulares repartidos por toda la ciudad; algunos de estos rincones
evocan un pasado de campos, fábricas, torrentes, caminos y espacios sin
urbanizar que debido a la transformación del territorio en la actualidad han pasado a ser
un recuerdo.
Dependiendo del tipo de vía unos pasajes tienen entrada y salida, en cambio, otros no llevan a ninguna parte, algunos hacen la función de patio común y recibidor de las casas que se levantan a ambos lados. Algunos pasajes son de propiedad particular y entonces encontramos una puerta, muro o valla que nos impide cruzar esa delgada línea del ruido a la tranquilidad de su interior para ver como sobreviven en el corazón de la ciudad y mantienen su identidad permaneciendo como una evidencia de un tiempo pasado.
Estos espacios han quedado como un vestigio que examinado
con detalle nos revela mucha historia.
En especial visitamos un pasaje que me dejó realmente fascinado. La fachada de la casa siempre atrajo mi atención pero nunca imaginé que aquella puerta de cristales con estética de los años setenta guardaba tal maravilla en su interior. Cuando cruzamos el umbral de la portería entramos en un mundo diferente, un pasaje con casa bajas a ambos lados y plantas por todas partes, el silencio era asombroso conociendo que tan sólo una puerta separaba el ruido de la gran ciudad de la tranquilidad y el apacible silencio tan solo roto por el suave canto de los pájaros.
Os recomiendo anotar la fecha de las siguientes rutas, seguro que son igual o más interesantes que la anterior.
Más información: Pròxims Intineraris Seguidamente podéis ver una selección de fotos.
Foto de abajo a la izquierda: dibujo obsequio de la anterior propietaria de la casa de la imagen.
Foto de arriba a la derecha: una sorpresa inesperada durante una parada de la ruta.
Foto de la izquierda: argolla para sujetar el caballo (antiguo camino de Horta)
Las dos fotos de arriba y abajo del texto: un pasaje que me dejó realmente fascinado.
Fotos de arriba: un pasaje privado con "albañal particular".
Foto de arriba: Carles Sanz nos indica las marcas de cañonazos en el popularmente reivindicado "passatge del canó"
Fotos de arriba: un pasaje con dos curiosas esculturas de estilos totalmente antágonicos.
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