La Casa Lleó i Morera, la joya modernista abre sus puertas al mundo.

Desde que en 1845 se fundara la Escuela de Arquitectura de Madrid en Catalunya sólo se podía obtener el título de maestro de obras. Los arquitectos modernistas se rodearon de un amplio equipo de maestros y artesanos que les ayudaron a llevar a término sus grandes obras.

La creación de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, bajo el nombre de Escuela Provincial de Arquitectura de Barcelona, que finalmente fue reconocida en 1875, con la designación de Elies Rogent como director, se convertirá en un núcleo aglutinador de los arquitectos catalanes, los cuales hasta entonces tenían que ir a estudiar a Madrid. 

Lluís Domènech i Montaner, recibe su título el 13 de diciembre de 1873, momento en el cual regresa a Barcelona, para incorporarse en 1875 a la Escuela de Arquitectura como profesor. Desde el primer momento se manifiesta como uno de los impulsores para hacer prosperar los objetivos académicos hacia una moderna visión de la enseñanza de la arquitectura. Años más tarde será director de dicha escuela (1900-1920).

Como arquitecto Domènech realizó edificios en los que se combina una racionalidad estructural con elementos ornamentales extraordinarios. Las clases acomodadas adoptan el modernismo para reformar, construir y decorar sus majestuosas mansiones y se necesitaba un arquitecto, a ser posible el de mayor prestigio. Esto sucede en pleno corazón del paseo de Gracia, donde se concentran tres joyas modernistasque se conoce como "la manzana de la discordia". En este punto de Barcelona los grandes arquitectos de la época impactan al mundo con edificios artísticos de una gran originalidad. A muy pocos metros de distancia se encuentran: la casa Batlló de Antoni Gaudí, la casa Amatller, de Josep Puig i Cadafalch, y la casa Lleó i Morera de LLuís Domènech i Montaner. 

La Casa Lleó i Morera fue un proyecto encargado al arquitecto Lluís Domènech i Montaner, por encargo de los nuevos propietarios de la Casa Rocamora, construida en 1864 por el maestro de obras Joaquim Sitjas. Francesca Morera deseaba reformar la casa Rocamora que había pasado a ser de su propiedad pero murió antes de ver finalizada la reforma, y fue su hijo, Albert Lleó i Morera, quien se hizo cargo de las obras y acabó dando nombre a la casa. Con este proyecto, Domènech i Montaner ganó el primer premio del Concurso anual de edificios artísticos de la ciudad de Barcelona que organizó aquel año el ayuntamiento de la ciudad.

Esta singular casa Modernista siempre ha despertado un gran interés. Ahora se nos ofrece una oportunidad única de conocer esta joya del Modernismo desde su interior: La Casa Lleó i Morera abre sus puertas al público. La visita es guiada durante todo el recorrido, pero antes entramos a una sala para ver una reproducción visual con fotografías e ilustraciones la narración estuvo a cargo de Isabel Vallés Audoard (Cases Singulars).Una vez terminado el pase de diapositivas. 

A continuación pasamos a recorrer las diferentes estancias de la planta noble de la Casa, acompañados de Laura Pastor Durán, que, durante el recorrido de la visita nos mostró muchos detalles acompañados de sus interesantes interesantes .

La impresionante y monumental vidriera de la empresa de Antoni Rigalt.

Como era habitual en la época, y especialmente en los proyectos de Domènech i Montaner, en la obra colaboraron algunos de los más reconocidos artesanos del momento como los ceramistas Maragliano, Bru y Serra, el vitralista Rigalt, y los ebanistas Homar y Pey, que elaboraron los muebles y marqueterías del interior (expuesto en el Museu d'Història de Catalunya), las cerámicas de la fábrica Pujol i Bausis, la marquetería, Joan Segarra, los mosaicos de la Casa Escofet. 

La casita que albergaba el antiguo lavadero ha sido recuperado así como el esgrafiado de la pared, que fue derribado por la empresa constructora durante unas obras de la finca vecina. La imagen de un árbol simboliza a la familia Lleó i Morera.

Se dice que algunas fachadas de los edificios nos explican muchas cosas y hablan de la vida de sus propietarios en este caso hay unas cuantas páginas importantes que faltan de este "libro" familiar: la firma Loewe decidió instalar en ella su tienda y hacer unas modificaciones.  A consecuencia de estos cambios para el acondicionamiento de la parte baja como local comercial el encanto de la fachada se mantiene, a pesar de la intervención sufrida en la planta baja en 1943, cuando Raimon Duran i Reynals la acondicionó para la tienda Loewe.  

Según cuenta una historia, parte de las esculturas fueron guardadas y les musas modernistas se las vendieron a Dalí. Las esculturas diseñadas por  Lluís Domènech y modeladas por Eusebi Arnau se hallan en el espacio que ocupa “El Cadillac lluvioso” en El Museo Dalí de Figueres.

Toda la fachada destaca decorada con elementos de tipo modernista. Hay que detenerse y observar la fachada, es impresionante el tiempo que hay que dedicar para contemplar todos los detalles. Destacan los relieves ornamentales de la fachada, así como las alegorías de los avances de la época: electricidad, telefóno, gramófono y cámara fotográfica. Los motivos fotográficos esculpidos en las fachadas de la Casa Lleó i Morera, obra del artista Eusebi Arnau, ponen de manifiesto el arraigo de la fotografía entre la clase alta barcelonesa.

Casa Lleó i Morera. Las visitas, guiadas por "Cases Singulars",  se realizarán diariamente y en diferentes idiomas. Venta anticipada de las entradas a través de la página Web oficial en internet. Las estancias del piso principal de la Casa Lleó i Morera conservan los mosaicos romanos de Mario Maragaliano y Lluís Bru (por lo que no se puede entrar con tacones de aguja). Para más información visita su página web.